¿Qué determinará que a la mayoría de los hombres nos cueste tanto expresar nuestros sentimientos? ¿Qué relación tenemos con la Vulnerabilidad?

Génesis - Cuando me “encontré”, como siento que les pasó a muchos hombres, con el tema del feminismo puesto sobre la mesa (generando y despertando consciencia social), me pasó algo difícil de describir. No supe cómo asir el tema, cómo incorporarlo, cómo aportar, incluso no supe ni cómo empatizar. Bueno, tengo un tema con esto de la “empatía”, ya que siento que es bien intencionada pero poco efectiva. Nadie se puede poner en los “zapatos” de un otro. Ningún hombre puede empatizar 100% con lo que ha sentido, experimentado y vivido una mujer. Y lo interesante es que es mutuo. Ellas tampoco pueden empatizar 100% con lo que nosotros los hombres hemos sentido, experimentado y vivido como hombres.

Así, recibí invitaciones a participar en la causa feminista, invitaciones en que paralelamente se metían en un saco grande, inmenso, un montón de juicios sobre los hombres y la sociedad que "habíamos" construido. Raro el asunto, porque me sentía invitado y a la vez juzgado (por el solo hecho de ser hombre), y desde allí reflexioné que no podría sentirme cómodo al aportar a tal causa.
Y si… vivimos en el constructo social machista que hemos creado. Entonces, en un análisis muy simple sentí que existían sólo 2 alternativas posibles. 1) Dejar todo tal cual está. 2) Abrazar la causa feminista y buscar (con distintos medios, tonalidades y volúmenes) la apreciada y legítima igualdad de género.

Sin creer en la opción 1, me costaba abrazar la opción 2 por las razones antes expuestas. Entonces me pregunté si podría aportar a crear, a co-construir una mejor sociedad, más igualitaria, si conectara a hombres, hijos de esta cultura machista, a abrirse mostrando sus sentimientos (muchos de ellos extremadamente ocultos), a vivenciar espacios de vulnerabilidad, a ocuparse del sentido y goce del camino y menos del resultado. En resumen, me cuestioné qué pasaría si lograba conectar a hombres con sus energías femeninas, con su Yin, sin dejar de validar y reconocer su Yang (lado masculino). Así nació el Conversatorio de Hombres Valientes & Vulnerables.