¿Por qué estudiar una filosofía a esta altura de la vida? ¿Y qué tiene de especial la Filosofía Estoica?

En el antiguo mundo Greco-Romano los filósofos eran el equivalente a los psicólogos, mentores y coaches de la actualidad. El estudio y práctica de la filosofía abarcaba un marco de acción considerablemente mayor de lo que ocurre hoy con los profesionales a los que acudimos cuando nos sentimos atrapados, aproblemados, estancados, excesivamente preocupados, en que se tiende a solucionar una problemática específica y coyuntural.

La Filosofía Estoica, nos invita a tener un objetivo de vida, a reflexionar en el cómo nos queremos vivir nuestras vidas para que sean significativas, para que sean bien vividas desde la búsqueda de la tranquilidad y el bienestar individual (y colectivo). Así, el Estoicismo no es una terapia. Es una invitación a cuestionarnos y respondernos preguntas como las siguientes, considerando un marco de creencias y prácticas cotidianas para que ello ocurra.

•    ¿Cómo lo hago cuando tengo que enfrentar situaciones difíciles, desafiantes y conflictivas?
•    ¿Cómo enfrentar mis miedos, aprensiones, ansiedades y preocupaciones? Tema no menor en estos tiempos.
•    ¿Qué hago con esos sentimientos deprimentes que a veces me embargan?
•    ¿Cómo lidiar adecuadamente con la muerte de seres queridos?
•    ¿Qué hago para poder controlar mi rabia y cualquier otra emoción disruptiva?
•    ¿Cómo ser más confiado de mis propios medios?
•    ¿Cómo transitar en la búsqueda permanente de la mejor versión disponible de mí mismo?

El Estoicismo tiene como objetivo encontrar la Ataraxia (la tranquilidad de la mente) que nos permita tener una vida digna de ser vivida, a través de enfocarnos en ser nuestra mejor versión disponible cada día. Nos prepara para enfrentar de la mejor forma posible las dificultades y adversidades que se nos aparecerán sin avisos en nuestras vidas.

Siendo autodidacta del Estoicismo, al poco avanzar en mis estudios, me di cuenta de lo útil y sencilla que era esta filosofía para llevarla a la práctica, cambiando paradigmas, percepciones, emociones, conductas y acciones cotidianas.

Dado ello, creé Vía Estoica como un medio en que pudiera abrir conversaciones y reflexiones sobre lo que es el Estoicismo y cómo, su aprendizaje y bajada práctica nos puede permitir llevar una vida más tranquila al momento de enfrentar las vicisitudes que inexorablemente nos encontramos en el camino.